Temen perder sus únicos ingresos mensuales -según aseguran- y por este motivo no tuvieron otra opción que manifestarlo públicamente. Y en las puertas del Concejo Deliberante de la capital. A horas de que el nuevo proyecto de estacionamiento medido sea aprobado por los ediles, integrantes del Centro Mutual de Lisiados Unidos de Tucumán, quienes desde 1972 administran el cobro del estacionamiento en un sector del centro de San Miguel de Tucumán, protestaron en las puertas del edificio de San Martín y Monteagudo.
Pero pese a la movilización y a las objeciones de algunos concejales de la oposición, el proyecto de ordenanza que ingresó al cuerpo legisferante por decisión del Departamento Ejecutivo será aprobado en la sesión de hoy sin mayores inconvenientes.
La preocupación del Centro Mutual de Lisiados Unidos de Tucumán radica, fundamentalmente, en que el proyecto que incluye la adjudicación de 380 cuadras no los incluye. La iniciativa enviada el año pasado por el intendente Domingo Amaya está inspirada en el sistema que desde hace años funciona en Mar del Plata. Ese mecanismo prevé que los usuarios del estacionamiento callejero puedan acceder al servicio mediante la emisión de un ticket previo pago de las horas de estacionamiento en quioscos, telecentros o cualquier comercio que deberá estar inscripto en el Municipio para poder operar. No obstante, también será posible adquirir horas de aparcamiento enviando un mensaje de texto a cualquiera de las tres compañías de telefonía celular (Claro, Personal y Movistar).
Ayer por la mañana, mientras los concejales debatían el tema en las comisiones de Hacienda y de Transporte, un grupo de trabajadores protestaron en las puertas del Concejo. Minutos después, los manifestantes fueron recibidos por un grupo de ediles, encabezados por el presidente del cuerpo, Ramón Santiago Cano. Durante una breve reunión, los concejales se comprometieron a elaborar, próximamente, un proyecto de ordenanza alternativo para que los lisiados puedan gestionar el estacionamiento medido en lugares cercanos a los parques 9 de Julio, Avellaneda y Guillermina, así como también en algunas plazas concurridas de la capital.
Pese a esta promesa, los trabajadores informales -la concesión que les otorgó la municipalidad caducó hace 15 años- agudizaron las críticas hacia el jefe de la ciudad. “Un intendente que es peronista y que quiere ser candidato a gobernador no nos puede discriminar. Les pedimos que no se olviden de los rengos del centro que desde hace 40 años cobramos el estacionamiento. Él debería vetar parcialmente la ordenanza si llegase a ser aprobada mañana (por hoy)”, imploró el dirigente del sector, Juan Carlos Mayester.
La oposición no comulga con el servicio que pretende Amaya. La concejala Sandra Manzone (Coalición Cívica-ARI) criticó la iniciativa: “una gestión que desde sus inicios tenía en la agenda la situación precaria en que se encontraba el estacionamiento medido, y que durante 12 años no pudo encauzar uno de los aspectos centrales de la ciudad, será la que en el ocaso de su período lleve adelante un proceso licitatorio que ata de manos a las próximas tres administraciones de San Miguel de Tucumán”.